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El espacio donde vive el paciente debe estar libre de muebles, objetos y adornos que puedan provocar caídas.
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Se deben conservar los objetos de uso cotidiano siempre en el mismo sitio, para evitar la confusión del enfermo.
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Se pueden utilizar carteles con dibujos sencillos para indicar su habitación, el baño, la cocina, etc.
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Es conveniente poner relojes y calendarios en sitios visibles para que se oriente en el tiempo.
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Evitar el ruido y la confusión que pueden provocar, por ejemplo, mucha gente a su alrededor o un televisor siempre encendida.